Sentencia xudicial pol ataque de los ultrasur
Xueves seis de febreru de 1992
La Nueva España
Recorte de La Nueva España del xueves seis de febreru de 1992.
Jueves, 6 de febrero de 1992 ASTURIAS LA NUEVA ESPAÑA
«Era todo Oviedo contra nosotros». Esta fue una de las alegaciones que realizaron los diecisiete hinchas del Real Madrid para justificar su implicación en los graves incidentes ocurridos el 11 de septiembre de 1988, en los que resultaron heridos varios empleados de un chiringuito instalado en la plaza de Riego de Oviedo. En el banquillo del Juzgado de lo penal número 3 se sentaron ayer diecisiete de los veinte seguidores madridistas para responder de un presunto delito de desórdenes públicos. El fiscal solicitó para los acusados penas que van de los seis meses de arresto a los dos años de prisión menor. Todos los acusados negaron pertenecer a la peña «ultrasur», aunque entre ellos se encontraban algunos conocidos dirigentes de este grupo.
«Todo oviedo nos persiguió», según los 17 «ultras» acusados de desórdenes públicos
El fiscal pidió de seis meses a dos años de cárcel para los seguidores del Real Madrid por provocar graves incidentes en las fiestas de San Mateo de 1988
Oviedo, J. C. IGLESIAS
El 11 de septiembre de 1988 la Policía se equivocó cuando detuvo a veinte seguidores del Real Madrid por su presunta implicación en los graves incidentes ocurridos en la plaza de Riego, de Oviedo. Esto, al menos, es lo que se desprende de las declaraciones realizadas ayer por los hinchas madridistas que se sentaron en el banquillo del Juzgado de los penal número 3 de Oviedo acusados de un delito de desórdenes públicos.
Los diecisiete procesados -tres no comparecieron en el juicio- intentaron convencer al tribunal de que no tenían relación alguna con la peña «ultrasur» y que ellos no eran los verdugos, sino las víctimas. Estas declaraciones las realizaron a pesar de que fueron reconocidos por varios testigos y por agentes de la Policía como las personas que habían estado implicadas en la «batalla campal» que se organizó en el primer día de fiestas de San Mateo de 1988. «Era toda la ciudad contra nosotros; todo Oviedo nos persiguió», llegó a manifestar uno de ellos.
Los veinte acusados se habían desplazado a Asturias en autobús, junto a otras personas, para presenciar el partido que el conjunto madridista debía disputar ese mismo día en el estadio de El Molinón contra el Sporting, correspondiente al Campeonato nacional de Liga. Aprovechando que Oviedo se encontraba en fiestas, los jóvene pasaron toda la noche en la capital del Principado y sobre las siete de la mañana se trasladaron hasta el chiringuito «El Topu Fartón», en la plaza de Riego, donde se originó una reyerta en la que resultaron heridas varias personas.
Tras los incidentes fueron detenidas veintiséis personas, todas ellas seguidoras del Real Madrid, entre las que se encontraba Javier Pérez Carrasco, que entonces contaba con 17 años, que se confesó autor de la agresión con arma blanca a un joven ovetense, lo que ratificó ayer en el juicio.
Los acusados declararon que desde que se bajaron del autobús fueron continuamente increpados y provocados por miembros del desaparecido partido Liga Comunista Revolucionaria (LCR). Asimismo, aseguraron que pidieron protección policial ante el acoso al que fueron sometidos, y que incluso llegaron a pasar varias horas frente a la Jefatura Superior de Policía para evitar enfrentamientos.
Por último, señalaron que cuando se produjeron los incidentes en las inmediaciones del chiringuito «El Topu Fartón» fueron agredidos por sus propietarios. «Lo único que hicimos fue defendernos», añadieron todos.
Por su parte, los testigos de la acusación responsabilizaron a los seguidores del Real Madrid de los incidentes, a los que indentificaron como miembros del grupo «ultrasur». Alguno de ellos reconoció que cuando los hinchas se lanzaron contra ellos, arrojando palos y botellas, respondieron a la agresión.
El fiscal pidió para siete de los procesados, menores de edad en septiembre de 1988, seis meses de arresto por un delito de desórdenes públicos. Para el resto solicitó dos años de prisión menor. Por su parte, la acusación particular pidió cuatro años de prisión menor para los mayores de edad y dos años para los más jóvenes. Para Javier Pérez Carrasco, autor del apuñalamiento, se pidieron dos semanas de arresto más por este hecho. Los letrados de la defensa pidieron la absolución de todos los encausados.
«¿“Ultrasur”? Eso no existe»
Oviedo, J. C. I.
Los diecisiete seguidores del Real Madrid que se sentaron ayer en el banquillo del Juzgado de los penal número 3 de Oviedo por los incidentes ocurridos el 11 de septiembre de 1988 en la ovetense plaza de Riego negaron pertenecer a grupos violentos de hinchas.
«¿“Ultrasur”? Eso no existe». Estas palabras fueron pronunciadas precisamente por José Luis Ochoeiza, al que en diferentes medios de comunicación se ha señalado como el jefe de los «ultrasur» madridistas. El resto de los procesados por los disturbios públicos de las fiestas de San Mateo de 1988 negaron también tener relación alguna con este grupo violento.
Uno de ellos, José Antonio Reyes Alonso, reconoció en sus declaraciones ante la Policía y el juez Agustín Azparren, al día siguiente de su detención, ser miembro de la peña «ultrasur». «Lo dije por miedo y porque estaba bebido» fue su justificación para negar sus primeras manifestaciones.
A pesar de la insistencia de los procesados en negar su vinculación al colectivo «ultrasur», sus propias manifestaciones los delataron. Cuando se referían al resto de los encausados utilizaron términos como «mis compañeros» o «uno de los nuestros», mientras que a los denunciantes los calificaron como «los del otro bando».
No obstante, tanto la magistrada María Luisa Barrio como el fiscal Gerardo Herrero, así como los letrados de la defensa, omitieron cualquier referencia a la vinculación de los encausados con el grupo «ultrasur». Herrero fue concluyente: «No nos interesa si son “ultrasur”, ya que lo que importa es enjuiciar su acción». No obstante, el representante de la acusación pública condenó la violencia en el fútbol, «mucho más cuando sale a la calle y degenera en desórdenes públicos». Por su parte, el abogado de la acusación, Francisco Valtueña, dijo que los acusados «sí están organizados y hay que frenarlos».
Archivu particular de Tino Brugos.
Sábadu 15 de febreru de 1992
La Nueva España
Recorte de La Nueva España del sábadu 15 de febreru de 1992.
Condenados 17 madridistas a penas de uno a 6 meses por los disturbios de Oviedo
La sentencia no vincula a los acusados con la peña violenta «Ultra Sur»
Oviedo
El Juzgado de los penal número 3 de Oviedo ha condenado a diez hinchas del Real Madrid a una pena de seis meses y un día de prisión menor, mientras que a otros siete, todos menores de edad penal, les impone un mes y un día de arresto mayor, como autores de un delito de desórdenes públicos, según recoge la sentencia suscrita por la titular de este Juzgado, la magistrada María Luisa Barrio Bernardo.
Dos de los acusados son absueltos, al considerar que no hay constancia de su participación en los graves incidentes ocurridos la madrugada del 11 de septiembre de 1988 en la plaza de Riego, en Oviedo.
¿«Ultra Sur»?
La sentencia no hace referencia en ningún momento a que los diecisiete acusados de los desórdenes públicos pertenezcan a la peña madridista «Ultra Sur». La acusación particular y el fiscal señalaron en el juicio que los jóvenes estaban vinculados a este grupo de hinchas violentos, lo que fue negado por todos ellos. Entre los condenados se encuentra José Luis Ochaita Martín, al que diferentes medios de comunicación, principalmente deportivos, se ha señalado como uno de los dirigentes de esta peña.
La sentencia considera probado la existencia de unos graves incidentes la madrugada del 11 de septiembre de 1988 en la plaza de Riego de Oviedo. Los disturbios se produjeron durante las fiestas de San Mateo, cuando un grupo de madridistas se encontraba en Asturias para asistir al partido que iban a disputar el Sporting y el Real Madrid en El Molinón. En la parada que los seguidores «merengues» realizaron a las tres de la madrugada en Oviedo, según la sentencia, se sucedieron «continuos incidentes entre miembros de esa excursión y otros individuos».
Hacia las siete de la madrugada, los jóvenes madridistas se dirigieron al lugar donde estaba instalado el chiringuito «El Topu Fartón», vinculado a la desaparecida organización política Liga Comunista Revolucionaria (LCR). Fue allí cuando se produjeron los disturbios más graves, que la magistrada María Luisa Barrio califica de «auténtica batalla campal».
Archivu particular de Tino Brugos.
El País
Recorte d'El País del sábadu 15 de febreru de 1992.
Seis meses de prisión menor para diez ‘ultrasur’ juzgados en Oviedo
MARIO BANGO, Oviedo
Diecinueve seguidores del Real Madrid, pertenecientes del grupo Ultra Sur, fueron condenados ayer a diversas penas por la magistrada María Luisa Barrio, titular del Juzgado penal número 3 de Oviedo. La Resolución culmina el proceso incoado a raíz de los incidentes que tuvieron lugar en la madrugada del 11 de septiembre de 1988 en Oviedo, en la víspera del partido Sporting-Real Madrid, que se disputó en Gijón. La Sentencia impone una pena por desórdenes públicos de seis meses y un día de prisión menor a diez de los implicados, que eran mayores de edad en aquella fecha, y de un mes y un día de arresto mayor para siete, mientras que absuelve a otros dos. Ninguna de las penas será cumplida en la cárcel.
Los jóvenes tendrán que indemnizar con 313.00 pesetas a la dueña y los clientes heridos del chiringuito Topu Fartón, instalado con motivo de las fiestas patronales de Oviedo por la Liga Comunista Revolucionaria (LCR). Los 17 seguidores madridistas tendrán que pagar 190.000 pesetas a Marino Burgos por las lesiones sufridas; 60.000, a Andrés Murga por el mismo concepto, y 10.000, a Gregorio Pascual. La propietaria cobrará 63.160 pesetas por los daños habidos en su local. Para Javier Pérez Carrasco, el autor de la puñalada que causó heridas que obligaron al internamiento de uno de los agredidos, Jesús Ángel Rodríguez, no hubo pena especial a pesar de la petición efectuada por el fiscal y la acusación particular. Simplemente, tendrá que pagar 100.000 pesetas como indemnización.
Archivu particular de Tino Brugos.